La crisis económica continúa
apuntando hacia los trabajadores autónomos como uno de los segmentos de
población activa más desfavorecidos por las circunstancias económicas.
Según datos proporcionados por la Unión de Profesionales y Trabajadores
Autónomos (UPTA), 2014 acentuó todavía más uno de los problemas de los
autónomos españoles: la edad media de la jubilación, que se sigue
retrasando a raíz de los efectos de la situación económica española.
Desde la citada organización se
hace referencia a que, desde el 1 de diciembre de 2013 hasta el 1 de
diciembre de 2014, 18.445 autónomos se habrían jubilado, contrastando con los
27.814 que habrían hecho lo propio en el periodo anterior (2012 y 2013)..
Esta situación tiene una causa grave y directa: la prestación que reciben los
pensionistas autónomos tras su jubilación, cuya media se situaría en los 614.40
euros. Estos datos contrastan con la pensión media que le correspondería a un trabajador
que pertenecía al Régimen General, que oscila en los 967.29 €, mientras que la
pensión media del sistema español es de 876€.
Dicho de otra forma: las
pensiones de los autónomos son ahora mismo un 37% más reducidas que las de los
trabajadores del Régimen General, lo que se traduce en una diferencia de 357€
con éstos últimos y de 262.13€ con respecto a la media nacional. Lo peor de
todo es que este panorama no parece que vaya a cambiar en 2015, quedando como
única alternativa para muchos autónomos la vía de la puesta en marcha de un
plan de ahorro privado con el que complementar su futura pensión.
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