López Torrijos y Montalvá

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lunes, 18 de enero de 2016

EL FRAUDE AL SEGURO SE MULTIPLICA POR TRES DESDE 2009

Por desgracia, del fraude al seguro sigue siendo una costumbre con demasiado arraigo en la sociedad española: de cada 100 siniestros que tuvieron lugar en nuestro país entre 2009 y 2014, seis no lo fueron. Este fraude supone un coste para el sector asegurador de 1.190 millones de euros al año, lo que equivale a un incremento del 18,5% respecto al año 2012 en el sector de autos. 

El problema es que parece que muchas de estas personas desconocen (o no quieren saber) que estas acciones repercuten directamente en el precio de las pólizas de los demás, ya que el sector traslada estas pérdidas en el resto de las primas. Además, es la rama de autos la que se llevan la palma en lo que se refiere a los intentos de fraude al seguro, ya que concentran el 70% del fraude al sector asegurador tras haberse multiplicado por 3,5 desde 2009. Y es que la crisis y la mala situación económica de muchas familias han llevado a muchas personas a pensar en el fraude al seguro como una solución para paliar sus problemas económicos.

Así se desprende del III Barómetro del Fraude presentado esta semana por Línea Directa Aseguradora, en el que como dato positivo se hace referencia a que existe una mayor concienciación en los últimos dos años después de que la “intención” de defraudar se haya reducido a la mitad puesto que la opinión pública ya conocer las posibles consecuencias judiciales y penales que pueden producirse. Aún así, del total de la muestra de encuestados en el estudio, el 73% confirma que intentaría defraudar si tuviera un beneficio económico directo.

Murcia, Cuenca y Jaén conforman el podio de provincias con mayor fraude
De todos estos intentos de fraude, no llega al 5% los que están relacionados con lesiones físicas, aunque estos supongan un coste mucho mayor para el sector: unos 17.400 euros de media. Por otro lado, el 94% de los fraudes están relacionados con daños materiales. El estudio también arroja que si bien los hombres son los que defraudan más e incluso alardean con sus allegados del fraude al seguro, las mujeres fingen mayor gravedad en las lesiones, siendo el esguince cervical la lesión más “corriente” de todas.

El perfil del defraudador medio quedó entonces en un varón de menos de 26 años con empleo poco remunerado e incluso en situación de desempleo. Otro de los datos curiosos es que Soria, Salamanca y Burgos son las tres regiones españolas en las que se registró un menor fraude en 2014, mientras que Cuenca, Murcia y Jaén ocuparon el penoso honor de ser las tres provincias con mayor fraude.

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